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Maritza Pérez
Cosmetóloga
Piel acnéica
El acné es la enfermedad de la piel más común. Las personas de todas las razas y de todas las edades pueden tener acné. Sin embargo, es más común en los jóvenes.
A veces, el vello, el sebo y las células de la piel se juntan y crean un tapón en el poro. La bacteria que está presente en el tapón causa hinchazón. Cuando el tapón comienza a deshacerse, se forma una espinilla.
Piel con rosácea
La rosácea es una enfermedad crónica que afecta la piel. Aunque en la mayoría de los casos, sólo afecta la cara, en ocasiones, también afecta los ojos. Los síntomas más frecuentes son: granos o espinillas, enrojecimiento de la piel y, en etapas más avanzadas, el engrosamiento de la misma.
Son más propensas a padecerla las personas mayores de 30 años, de piel blanca, siendo más común entre las mujeres, sobre todo durante la menopausia.
Piel sensible
Este tipo de piel, por lo general, luce irritada, permanentemente deshidratada y poco luminosa.
Los tratamientos constantes lograrán calmarla (mediante activos descongestivos), logrando que la piel se vuelva más resistente a todos los factores que la afectan. Además, mediante un tratamiento facial específico para este tipo de piel, se logrará mantener una hidratación más equilibrada y prolongada en el tiempo.